domingo, 6 de marzo de 2016

Una oportunidad para los cubanos


El cubano residente en la isla no tiene otro propósito que marcharse, ya en una publicación anterior expuse algunas de las razones; pero lamentablemente ese ser inocente y desinformado no tiene la menos idea de lo que encontrará más allá de las aguas que desde siempre le han impedido conseguir su anhelo. Los residentes en Cuba piensan que marcharse es sinónimo de una vida de placeres y excesos, desconocen el significado del verbo trabajar, porque lamentablemente hay toda una generación de cubanos que no ha tenido la oportunidad de educarse en la vida laboral y los que si la han tenido ha sido en condiciones que poco han favorecido su amor por el trabajo, la primera de ella los sueldos, son pocos los que con un trabajo por cuenta del estado perciben un salario que les cubra sus necesidades y las de su familia, por todo esto y al ver como muchos de los que se marchan regresan en breve, presumiendo de un status económico que de inmediato hace pensar a los que dentro de la isla, que nunca han conocido otro mundo que su dia a día, que marcharse de Cuba es la panacea y que al llegar al lugar que hayan elegido ya tendrán la vida solucionada. Otro gran escollo además de la falta de hábitos laborales es, por supuesto, el total desconocimiento de las leyes que rigen el mercado 

laboral en una economía de consumo.
Todo esto ha llevado a muchos, después de tener la suerte de marcharse y al ver que lo que han encontrado más allá de las fronteras de la isla no les satisface a regresar y continuar  viviendo como único saben y aunque son los menos es significativo que no sean capaces de enfrentar la nueva realidad a sabiendas que está, al menos le permite vivir  con mayor seguridad económica y laboral y de paso ayudar a su gente.
Teniendo en cuenta estos aspectos que hemos mencionado es para mí un gran motivo de preocupación el camino de Cuba hacia un verdadero progreso. La gran esperanza para el gobierno de la isla és la retirada del bloqueo por parte de los Estados Unidos, pero supongamos que esto sucede, unos de los primeros efectos de tal medida es la llegada  masiva de turismo americano a la isla, un lugar que no cuenta con la infraestructura básica para recibir millones de turistas y por mucho que capten a grandes inversores para la construcción de hoteles el gran reto sería disponer de, lo primero, una red de surtidores de combustible para servir a los medios de transporte que moverían a estos visitantes y a partir de allí, bares, restaurantes, tiendas, farmacias, transporte público, en fin toda una estructura de servicios que lamentablemente la isla actualmente no posee ni para los residentes allí. Desde mi modesto punto de vista esta desmostrado que el estado cubano no tiene los mecanismos para poner en marcha todos estos servicios, porque aún cuando fuera capaz de crearlos los malos hábitos ya arraigados en el pueblo, en los trabajadores habituados a desviar los recursos de las empresas llevarían la economía por el mismo camino que ha llevado el país a la situación actual o dado el caso para evitarlo, aumentar las medidas represivas, lo que redundaría en empeorar las condiciones de la gente y sus derechos.
Por todo esto y porque pienso que lo que es de todos no es de nadie y que es esta la causa fundamental del desastre económico en el sistema socialista, además de otros que más adelante ya mencionaré, es que él gobierno de la isla en lugar de limitar el trabajo por cuenta propia lo ha de incentivar, no sólo en pequeña escala, incluso a gran escala en cuanto restaurante, fabrica o mercado sea posible y teniendo en cuenta que el cubano no tiene recursos económicos para realizar grandes inversiones está en la obligación de facilitar este camino, una fábrica mal gestionada que lo único que aporta al estado es pérdidas, puede convertirse en una empresa floreciente gestionada por sus trabajadores en régimen de cooperativa. Con esta sencilla fórmula el estado cubano podría dar una oportunidad a su pueblo, a ese que le ha sido fiel por más de medio siglo, a los que no han conocido otros caminos, a las nuevas generaciones que al ver el fruto de su trabajo lo amarían y lo cuidarían y de paso curar malos vicios fruto de su sistema económico que tristemente han lastrado a ya casi tres generaciones de cubanos. Y de los demás ya llegará el momento...
*Enlace para la descarga gratuita del ensayo ¡Cuba, aún tú puedes!
NOTA: esta entrada está redactada desde un dispositivo móvil, pido disculpas por cualquier error de acentuación o similar.

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