miércoles, 16 de marzo de 2016

Yes We Can!


Con este eslogan en el año 2008 conquistó Barack Obama a los Estados Unidos y al mundo, han pasado ocho años y aun cuando un fallido 2013 presagiaba lo peor, el presidente de la Nación más poderosa del mundo sigue haciendo realidad su Yes We Can!
Cuando el próximo 21 de marzo Barack Obama pise suelo cubano habrán pasado 88 años desde que un presidente estadounidense haya visitado Cuba y, además, será en segundo en hacerlo en la historia de ambos países, porque desde 1902 y antes de 1959 sólo lo hizo en el año 1928 Calvin Coolidge. Desde luego eran otros tiempos en los que los presidentes de la gran Nación, no necesitaban hacer visitas de Estado a Cuba y los presidentes cubanos eran una especie de funcionarios dirigidos por el embajador de USA, por tanto la visita de Obama, tan criticada desde diversos sectores, sentará las bases para el nacimiento entre los dos países de unas relaciones basadas en el respeto, la cordialidad y la observación de las normas diplomáticas internacionales y esto desde luego es bueno para Cuba y una forma de desarmar a cuantos, en lo adelante, quieran esgrimir el argumento de la imposición desde los Estados Unidos de América.
Los que me siguen ya están acostumbrados a mi manera de pensar y de decir, siempre respetando, “a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César” y esta vez no será diferente. Está demás incidir en el fracaso del Socialismo como sistema (con atajos, desde luego), en el mundo en general y para nosotros cómo pueblo, pero al margen del desastre económico de este sistema, al la mayoría de los cubanos desconocer cómo se producen los movimientos económicos en las sociedades donde lo que prima es la economía de mercado, achacan nuestras penurias al bloqueo americano, que desde luego tiene su parte, pero al margen de todo esto, hay que darle el valor que merece la resistencia del gobierno por más de medio siglo, sin entrar en valoraciones de sus razones, que de esto algún día hablaremos, es digno destacar que gracias a esto las relaciones entre América del Norte y América del Sur  se han re-acomodado.  Cuando Estados Unidos y la CIA apoyaron a los anticastristas radicados en USA y planificaron la invasión de Bahía de Cochinos, su ataque no era sólo a Cuba, sino que llevaba implícito un toque de atención al resto de países latinoamericanos en el que les decía, “¡Eh! ¡Alerta, que no permitiremos otra Cuba!”, la Victoria de Playa Girón alteró los planes americanos y el gobierno cubano erre que erre, sin rendirse y al margen, de nuestro pueblo padeciendo el enfrentamiento entre “David y Goliat”, hemos de reconocer que por ese camino Cuba se granjeó la confianza de otros países latinoamericanos y se produjo un acercamiento con los países caribeños.

Hoy las relaciones entre “las dos américas” han cambiado y por suerte no sólo cuando lo países son gobernados por la izquierda, hoy hasta los gobiernos de derechas en Suramérica son libres del poderío americano, por eso pienso que comenzar este nuevo ciclo en las relaciones entre Cuba y la Unión de Estados Americanos, sobre la base del respeto a la libertad de Cuba cómo país independiente, con una visita de Estado de su presidente, viene a demostrar que si se puede construir un mundo mejor basado en el respeto a la dignidad de los pueblos. 
Muchas veces me pregunto si en lo más profundo de si, el Yes We Can! De Obama no encierra una promesa cumplida a Martin Luther King, pero esto es seguramente una de mis fantasías…