miércoles, 13 de abril de 2016

La "fatalidad" de ser cubanos



"...Históricamente el cubano es patriota desde el tuétano de sus huesos, a partir de que  el criollo  descendiente de  españoles, empezó a adquirir consciencia de  nacionalidad y se sintió  hijo de  nuestra tierra,  hasta hoy, no creo que  haya  un solo cubano, que  se quede indiferente ante cualquier tema  relacionado con la patria y aunque desde los inicios de  las luchas por  la independencia ha  habido múltiples posiciones respecto a cuál  debe  ser su destino, a partir de la llegada de  la  revolución, se  confunde patriotismo con  ideología y  de  esta forma,  en nombre de  la patria, tanto  para  el presente, cómo  para  el futuro, la única  ideología válida es la suya,  de un lado  los que desde dentro de  Cuba   defienden  que   ser  patriota  es  apoyar incondicionalmente al gobierno y para  los que cualquier posicionamiento  que   se  aleje de   la  ideología  de   la  Revolución es simplemente, ser un apátrida, mientras  la otra  cara de la moneda, son los que  desde  fuera  de  la isla, encabezados por los viejos anticastristas residentes en USA o lo que discuten sobre  su  situación actual y futura, en foros de internet cualquier opinión, que  reconozca el  más mínimo logro  al gobierno cubano, es porque lo apoya y es leal a Castro y su feroz dictadura.


Y yo, simple mortal nacida bajo el mismo cielo me  pregunto ¿por qué?  Por  qué  sagrada regla  todo  cubano que  resida fuera  de  Cuba, en cualquier parte del mundo, tiene  que  odiar y atacar en cada  una de sus intervenciones al gobierno,  por  qué  a toda  esa masa de  cubanos residentes fuera  de  la isla  hay  que  llamarles exiliados, cuando un gran  número de estos son meros emigrantes económicos y al mismo tiempo, por  qué  para  visitar nuestro país  necesitamos estar autorizados y sólo  podemos permanecer en  la  isla  por  un  tiempo establecido por  el  gobierno, cuando el  hecho  de  ser  cubanos nos legitima para  visitar el  país  cuando y  cuanto queramos y  decidir libremente si permanecer allí o no e incluso quedarnos a residir en nuestra tierra. Por  qué  no  puedo decir  lo  que  pienso sin  caer  el pecado  de   ser   traidora  por   partida  doble.   No   sería   capaz   de aventurarme al  decir  cuántos pensamos así  ya  que  no  pocos,  por temor a la intolerancia no expresan sus  opiniones, por  ellos  escribo estas líneas,  por todos nosotros y porque Cuba  lo necesita..."

Esto escribía en el año 2002, respecto a las vicisitudes de los cubanos, para actuar como ciudadanos normales que amamos nuestro país, nuestra cultura y nuestra gente, en los últimos años, ingenua de mi, llegué a pensar que Cuba cambiaba y que en esa evolución encontraría el rumbo para propiciar que no haya categorías de cubanos, si no que entre todos de una forma u otra ayudásemos a promover mejoras en la isla, porque los millones de cubanos que vivimos fuera de Cuba, no somos  meros espectadores de los pequeños avances que el país ha ido consiguiendo, agradecido tendría que estar el Estado Cubano, a quienes, con nuestros envíos de dinero, hemos permitido a muchas familias vivir honradamente, aun sin tener un trabajo y un sueldo dignos, porque cuando dentro de un siglo se hable de este período en la vida y la economía del pueblo cubano, los millones en divisas, que los cubanos desde fuera de la isla hemos ingresado a la economía del país, ocuparan un lugar especial en la memoria histórica de la isla.

En cambio a lo largo de esta semana he podido comprobar que, en Cuba no hay cambios, la falta de visión de futuro sigue instalada en los gobernantes y los cubanos continuamos siendo sujetos de baja categoría frente a los extranjeros, cualquiera puede hacer un crucero y desembarcar en Cuba, cualquiera, que no sea cubano, porque para nosotros ser cubanos además de ser un orgullo es una fatalidad.