En estos días, la mayor parte de
las publicaciones relacionadas con Cuba, se centran en la celebración del VII
Congreso del Partido Comunista de Cuba, por lo que leerlas, sobre todo las que
nos llegan desde la isla, es un trabajo agotador, por lo que, después de
llenarme de paciencia, dediqué un rato a leer lo que se debate en las distintas
comisiones en dicho evento.
Es sorprendente, como en las
intervenciones de los distintos miembros de la dirección del partido, se habla
de Cuba y su actualidad, como si de un modelo de país se tratase, lo que una y
otra vez nos lleva a preguntarnos ¿pero, de verdad se lo creen? Pero lo cierto
es que, alguien que no sea cubano y no conozca a Cuba, leyendo o presenciando
estos debates piensa que, Cuba es un país idílico y si no, es que está muy cerca
de serlo, al menos, en lo que hasta ahora he leído no he podido encontrar una
sola alusión a la crisis migratoria que, en la actualidad, protagonizan miles de cubanos e involucra a
otros países del Caribe como es el caso de Costa Rica o Panamá, ni a la oposición
dentro de la isla, ni a otros debates políticos y sociales que actualmente
dentro de Cuba son una realidad, limitándose a afirmar con rotundidad, la
permanencia del PCC cómo partido único. Sólo se puede observar algún indicio de
cambios, aunque desde mi opinión insuficientes, en el sistema económico, aunque
con el hándicap de que su puesta en marcha es a tan largo plazo que no
soluciona la acuciante situación de gran parte de la población y por otra parte al analizar la evolución de la realización del trabajo por
cuenta propia, más que buscar soluciones para su eficacia o perfeccionamiento,
se da el caso por ejemplo, de lo mayoristas en el sector agropecuario, a los
que ante dificultades en el desempeño de sus actividades, la solución es
eliminar la autorización para dicha actividad, es ilógico pensar que en un país, donde desde hace tres décadas se funciona a base de corrupción en las empresas
estatales, donde además la población desconoce las normas que rigen la economía
de mercado, la actividad empresarial o cooperativa a nivel particular, funcione
a la perfección. En este sentido el pueblo necesita madurar y el gobierno,
legislar para que se puedan mejorar estas empresas y no eliminarlas, que no es
más que dar dos pasos en retroceso.
Mientras el gobierno cubano no
analice la realidad de nuestro país como lo que es y no como lo que ellos
quieren mostrar, el futuro de Cuba será incierto, por este camino los
verdaderos problemas que sufre el pueblo no se solucionan y las posibles
soluciones, son a tan largo plazo, que llevan a la población al desánimo y la
desesperación. Los catalanes, cuando alguien actúa descabelladamente o sin
objetividad, usan la expresión “se lo tiene que hacer mirar”, justo
lo que tendrán que hacer los gobernantes cubanos que no se sabe si están en el país
de nunca jamás con Peter Pan o con Alicia en el país de las maravillas, desde
luego en Cuba no.
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